Diez años de estudio y acción en los circuitos europeos de la música popular no pueden pasar por el costado. Para cuando Nelson Arriagada regresó a Chile en 2003 arribaba un músico muy distinto al aquel bajista eléctrico de La Banda del Capitán Corneta de la primera mitad de los ’90. Convertido en un dinámico y polivalente contrabajista de jazz, se insertó en el medio multiplicando por varios números su presencia en el bop y utilizando además técnicas de mano izquierda que había adquirido como cellista clásico. Sus walking basses desplegados a cuatro dedos fueron una de las marcas personales de Arriagada.
Grabaciópn de cello, contrabajo y reampeado de guitarra por Vértigo
Disco editado por el sello Discos Pendiente
Al comenzar los ’90 colaboraba en proyectos eléctricos tan diversos como el pop de De Kiruza, la fusión latinoamericana de Repercusión (con el percusionista docto Juan Coderch) y el jazz-rock de La Red (liderado por el guitarrista Vladimir Groppas). Desde esta última agrupación, en 1992 pasó a La Banda del Capitán Corneta como reemplazante del virtuoso del bajo Juan Caballero, convirtiéndose pronto en su director musical. Un año después viajaba a Alemania para estudiar bajo en Hannover. En esa estada amplió su rango hacia el contrabajo jazzístico, y llegó a tocar con Billy Hart, Kenny Kirkland y también para el grupo acid jazz Mo’ Horizons.
Su retorno a la escena del nuevo jazz chileno de los 2000 terminó por darle no sólo la categoría de precisosideman, sino además la posición de director musical de todos los conjuntos y proyectos en los que participó desde entonces. Nelson Arriagada apareció en los tríos de los pianistas Mario Feito (que grabó El último patagón, 2007) y Lautaro Quevedo (Desde aquí, 2005) , los cuartetos del tenorista David Pérez (Santiago stories, 2004) y del baterista Alejandro Espinosa, y los conjuntos de los guitarristas y ex compañeros en los Corneta,Mauricio Rodríguez y Pedro Rodríguez.
Además fue por largos años contrabajista del gran cuarteto swing coliderado por Giovanni Cultrera y Alfredo Espinoza, para quienes registró sus magníficos conciertos editados en el disco Jazz! (2005). En paralelo, Arriagada incursionó en la grabación de discos, capturando una serie de sesiones en directo, principalmente en el club Thelonious, y también en su estudio, al que bautizó Hannover.
Tras dos décadas como sideman, que incluyó la histórica actuación en el club Blue Note de Nueva York en 2015 del cuarteto que formó con Cristián Cuturrufo, Christian Gálvez y Alejandro Espinosa, Nelson Arriagada dio un salto al pasar a la posición de líder con el disco Moonlight serenata (2016), donde se desdobló como contrabajista y al mismo tiempo como primer solista de cello, el instrumento con que se había iniciado en la música a los diez años. Arriagada fue un músico abierto y disponible, un contrabajista versátil en los estilos del jazz y una alternativa a Felipe Chacón, uno de sus contemporáneos.