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Un notorio cambio de rumbo creativo expone aquí el guitarrista Felipe Peña respecto de la obra de carácter experimental y camerística que había mostrado en Transfiguración (2018), con quinteto de jazz, cuarteto de cuerdas y rapero. Aquí centra toda su composición en un relato concatenado a través de una secuencia de partes escritas para otro quinteto de jazz. Y cuando se dice otro es en efecto "otro" conjunto, pues ha renovado completamente los elementos, que él describe como elementos químicos: Alejandro Sánchez (saxo tenor), Jasper Huysentruyt (pianos), Milton Russell (contrabajo) y Juan Pablo Jaramillo (batería). También inspirado en suites jazzísticas como Freedom suite (1958), de Sonny Rollins, y A love supreme (1964), de John Coltrane, Felipe Peña ensaya su propia narración de la historia de un día en la vida de una persona, que arranca con "Despertar" y finaliza con "Esfera espiral", la existencia sometida a un nuevo orden. La música presenta mucho protagonismo del saxofón tenor y del piano en contraste con un retiro programado de la guitarra a un segundo plano. Y la serie alcanza momentos de intensidad y luego de reflexión acorde al relato de ese día que transcurre, matizando los momentos con el declarado groove soul jazz de "Mago blanco" y el diálogo mano a mano de tenor y bajo de "Espejos". —Por Iñigo Díaz
Transfiguración
"Transfiguración" es una Música de ensamble que busca encontrar diversas vertientes: La del Jazz, conformado por un quinteto, la tradición del cuarteto de cuerdas, la lírica del Hip Hop y la Poesía recitada. Esta obra es una pieza pensada para ser escuchada sin pausas, que pasa por diferentes estados y a través de ellos busca construir un equilibrio armónico de las partes que la componen.
¿Qué es transfigurar, mutar de un estado a otro, de un momento de la vida a otro, cómo se dan estos cambios y más importante cómo puede convertirse esa reflexión en música?, esa es la búsqueda profunda de esta obra. Presento aquí el trabajo de esta Música llamada “Transfiguración”.
En la infancia es influenciado por la música de los hermanos Daniel y Mauricio Rodríguez (Batería, Guitarra), sus primos hermanos. Luego estudia guitarra con Jorge Díaz León. A los 18 años, viaja a La Habana, Cuba, donde toma algunas clases con el guitarrista de Irakere Jorge Chicoy. Conoce al Compositor Tulio Peramo. Luego estudia dos años composición en la UC. El 2005, en Buenos Aires, estudia guitarra en la EMC (Berklee BA), además de tomar clases con Marcelo Gutfraind y Ernesto Jodos. Fue creador del ciclo de conciertos Jazz en Diálogo con Imágenes, indagando en la relación entre las imágenes en movimiento y la Música. Ha trabajado como intérprete, como compositor, y liderando proyectos propios, siendo responsable de la creación y montaje de la música y donde participa como guitarrista. Es director, compositor y guitarrista de "Ensamble Número Colectivo".
Familiar y cercano a los hermanos Mauricio Rodríguez (guitarra) y Daniel Rodríguez (batería), jazzistas iniciados en los ’90, Peña se hizo alumno de guitarra de Gabriel Feller y Jorge Díaz. A los 18 años viajó a La Habana para continuar su instrucción con el famoso guitarrista de Irakere, Jorge Chicoy. Más tarde estudió Composición en la U. Católica, experiencia que también sería decisiva en su trabajo posterior como autor. En 2005 se trasladó a Buenos Aires, donde estudió Marcelo Gutfraind y Ernesto Jodos. En Chile, además de trabajar en teatro, en 2010 fue impulsor del ciclo de conciertos “Jazz en Diálogo con Imágenes”, con el que indagó en el vínculo entre lo visual y el movimiento y lo temporal y la música.
Su trabajo más personal y definitorio fue la creación del Ensamble Número Colectivo, para el que escribió una serie de obras que incluyeron aspectos del jazz, la música de cámara y el rap. Su primer disco en este campo es Transfiguración (2018), que presentó una convocatoria de solistas del jazz contemporáneo como Juan Pablo Salvo (fliscorno), Rodrigo Aguirre (saxo tenor), Roberto Carlos Lecaros (contrabajo), Gustavo San Martín (batería), y jóvenes intérpretes de música docta, además del rapero Koala Contreras.
Por Íñigo Díaz